Una vez que el andamio está montado, comienza el picado del revestimiento exterior de la fachada por medios manuales mediante piquetas, alcotanas, maza y cortafríos. Se comprueba el mal estado en el que se encuentra la fachada en especial en la zona de los huecos de las ventanas, coincidiendo con la zona de los cargaderos ya que estos son prácticamente inexistentes, produciendo grietas apreciables a simple vista.
Se rejuntan las irregularidades de la mampostería con mortero bastardo, dando lugar a un plano aplomado y homogéneo que mantiene el plomo del edificio existente. A continuación se aplica un enfoscado del mismo mortero bastardo quedando toda la superficie de sillares y juntas cubierta y lista para recibir la capa de acabado a base de un mortero de cal.
Colocación de malla de fibra de vidrio para evitar fisuras en la fachada.
Colocación de una chapa de zinc en la fachada para salvar los distintos espesores que presenta la fachada.
Se colocan los precercos de las ventanas de planta primera para realizar el recrecido decorativo de las mismas con el material de revestimiento final a base de mortero de cal.
Se aplica el revestimiento final de fachada a base de mortero de cal y posterior ejecución del falso despiece de sillares.
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